jueves, 9 de julio de 2015

NUEVE DE JULIO:

SAN FERMÍN.

Llegan riadas humanas
adornando la mañana.

Con el blanco de azucena
los pañuelos lucen sin pena.

Frente al pedestal del Santo
los mozos entonan cantos.

En su típica oración
le pide la bendición.

El Santo medio asustado
la bendición les ha dado.

Ante el peligro de muerte
¡Que Dios les reparta suerte!

Los mozos se ven contentos
¡Pero con miedo por dentro!

Aumentan las pulsaciones
nerviosos los corazones.

Los toros llegan corriendo
¡Los mozos salen huyendo!

Muchos mozos por el suelo
¡Lo abrazan con gran consuelo!

Son muy claros los motivos,
¡Al menos se sienten vivos!

Después de las emociones
¡Heridas y contusiones!

Rafael de Granada.





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