viernes, 21 de agosto de 2015



...¡DIOS, HIZO A LA MUJER!


L mujer es la escultura
de una inspiración de Dios,
Él proyectó su figura
para darle al hombre amor
de forma profunda y pura.

Nada igual ni superior
se hizo con tal finura,
ni tiene tanta dulzura,
cual la mujer dando amor
perfumada de hermosura.

Es tal la sublimación
cuando besa la mujer,
que conmueve el corazón
y al cerebro acude un placer
¡sin igual comparación!

Le da punto a la razón
con su ameno proceder,
y nos hace renacer
estrellas de la ilusión,
luz de nuevo amanecer.

Se ha de amar dice el Creador;
sin una mujer querida,
sin sentimiento de amor,
¡el hombre, no tiene vida
si la tiene, ¡es con dolor!


Rafael Campillo Valenzuela.
Badalona, 1998.





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