jueves, 5 de noviembre de 2015

UNA SENDA NO ANDADA:

Nuestro encuentro fortuito
llegó con poca esperanza,
dos proyectos sin futuro
en una senda no andada.

Cual dos páramos baldíos
sin las flores que adornaran,
cual dos campos de amapolas
pero no espigas doradas.

Cada pecho un corazón
que apenas si golpeaba,
esperando nuevos días
en balcones sin baranda.

el rumbo incierto en el mar
sin coordenadas al alba,
en el mástil sin las velas
errantes vientos chocaban.

Como barcos sin timón
en mares que se agitaban,
marineros solitarios
nadie al puerto esperaba.

Como el que sin luz navega
para encontrar la ensenada,
resguardada de tormentas
en las noches sin bonanza.

Refugio del marinero
después de días sin calma,
resguardado de los vientos
¡fue tu regazo a mi alma!

Rafael Campillo Valenzuela.
Montgat,----9----6-----2009.

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