LAS MALLORQUINAS:
La tarde se cierra sola,
la tarde llega a su punto,
hemos paseado juntos,
ya vuelta a las Mallorquinas
por la calle de Marina
que tiene rumor a olas.
Nuestro paseo vespertino
entre la vía y la mar,
tan propicio para amar
con besos contemplativos,
de la mano positivos
saboreando el destino.
Aquí todos paseamos
con una prisa discreta,
los que van en bicicleta
de una forma temeraria,
entre la gente gregaria
¡que de suerte nos salvamos!
La tarde se cierra sola,
la tarde llega a su punto,
hemos paseado juntos;
ya vuelta a las Mallorquinas
por la calle de Marina
¡que tiene rumor de olas!
Rafael Campillo Valenzuela.
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