Es la magia de la vida
con su fuerza arrolladora,
que avanza hora tras hora
y crea la fuerza milagrosa
desde la flor más hermosa
las estrellas y la armonía.
Somos como peregrinos
y no podemos parar,
obligados avanzar
andamos de Sol a Sol,
vamos buscando el amor
sufriendo por los caminos.
Nos sentimos obligados
a creer en el amor,
es de la vida el motor
que alumbra generaciones,
para llenar las naciones
de nuevos seres premiados.
Los instintos primitivos
empujan a las neuronas
y las mujeres tan monas
despiertan mil pensamientos,
que propician sentimientos
¡Y crean un mundo vivo!
Rafael Campillo Valenzuela.
(Rafael de granada)
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