ANOREXIA
Poco a poco vio la luz,
el frágil cerebro oscuro,
rompiéndose el férreo muro
con suave solicitud.
Beso a beso, paso a paso,
como el que sigue un compás,
con cariño y poco más
fue avanzando, ¡paso, a paso!.
Al guión de no vivir,
le fue cambiando el color,
con cariño, con amor
¡llegó el mejor elixir!
No hay mejor medicina,
que el cariño y la armonía,
y la mejor sinfonía…
¡un besito en cada esquina!
Ella levantó su vuelo,
decidió seguir viviendo,
está visto que queriendo
¡A veces se toca el Cielo!
Rafael Campillo Valenzuela.
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