CONFUSIÓN.
Confundes
el amor y el sexo
después
de tanta experiencia,
cuando
así te dejas llevar
y otra
vez te vuelves a costar
con una
escasa insistencia.
Después
dirás que te engañan
que has
pecado de estulticia,
y tú lo
haces porque quieres
como lo
hacen todas las mujeres
para que
las colmen de caricias.
Sabes
que es una aventura
quizás
un desliz o ligereza,
puede
que por verte deseada
y tu
derecho a dar pernada
te puede
hacer perder la cabeza.
No te puedes quejar después
ni debes
de buscar más razones,
acepta
que tú te has dejado
y que al
final te ha gustado
vivir
ciertas emociones.
La carne
le gusta el vicio
al final
es la cosa natural,
para
sentirse más deseada
dejar
nuestra moral relajada
es lo
que hacemos los demás.
pero con
estar arrepentida
puedes
hallarte redimida,
con
propósito de enmienda
nadie
hay que no lo en tienda
que eso
son cosas de la vida.
Rafael
Campillo Valenzuela.
Montgat,
2—9—2004.
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