viernes, 26 de junio de 2015


CRUELDAD.

Hay una raza de humanos
que nacen con la extorsión,
y no sé por que razón
tiñen de sangre sus manos.

Algunos por fanatismo
otros por negro interés,
otros que no pueden ver
el valor del humanismo.

Presos de esa enfermedad
que los hace desgraciados,
van sembrando depravados
si pueden la iniquidad.

Extorsión o latrocinio
atentan contra la vida,
Dios la da ellos la quitan
por macabro raciocinio.

El hombre honrado y decente
se ve de pronto atacado,
como si fuera un malvado
siendo del todo inocente.

Estamos desamparados
ante tamaña crueldad,
no tienen impunidad
pero están descontrolados.

Rafael Campillo Valenzuela.
Montgat, 15-3-2004.



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