martes, 7 de abril de 2015

A MIGUEL HERNANDEZ:


Miguel Hernández poeta,
Miguel Hernández cabrero,
la mala suerte castiga
más al pobre jornalero.

Tus versos fueron testigo
y fueron vientos del pueblo,
pero las armas tronaban
y tú sufriste sus ecos.

Miguel Hernández poeta,
Miguel Hernández cabrero,
en la paz de las praderas
eran cual flores tus versos.

Con el fragor de las bombas
apenas se oían tus versos,
resguardado en las trincheras
¡era hostil el universo!

Con los brazos extendidos
en la cárcel prisionero,
creías en la libertad
¡pero a ti no te la dieron!

Con los brazos suplicantes
esperabas ver tu amor,
pero más te separaban
¡las leyes sin corazón!

Tu hijo siempre esperaba
con sus bracitos abiertos,
con la tristeza profunda
¡de tener su padre preso!


Rafael Campillo Valenzuela.


MOntgat,----1----11----2010.

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